La verdad es que me lo paso bien escribiendo casi todos mis personajes, pero como en todo, hay preferencias.
Me gusta mucho escribir a Heda de Dioses Muertos. Me gusta como se pone a soltar pullitas y a chulear a sus enemigos cuando se encuentra arrinconada y con todas las de perder, porque ya que vamos a morir al menos vamos a reírnos un poco. Me gusta especialmente el contraste que esas escenas suponen con las de Jarren, en las que ella se ve evidentemente superior al sacerdote y le trata casi con cuidado, como si no quisiera ofenderle, pero no puede evitar que se le escape alguna réplica más o menos ingeniosa, pero sin mala fe.
Me gusta también que no es una tía dura a la que todo le resbala, se preocupa y sufre y tiene miedo y se esfuerza por intentar que las cosas no le importen pero fracasa miserablemente porque en el fondo es una buena persona. Creo que es un personaje que tiene muchos matices y por eso es tan divertido de escribir, porque es muy adaptable y me permite explorar muchas situaciones y sensaciones diferentes.
Otra de las pruebas que demuestran que es mi favorita es que es de la que más he escrito sin «aburrirme». Y aunque haga que le pasen cosas malas, en el fondo siempre estoy deseando que consiga superar los obstáculos que le pongo.
Y en cuanto al que no me gusta nada escribir… la verdad es que no lo tengo demasiado claro. No creo haberme encontrado todavía con un personaje que realmente deteste escribir. Incluso mis villanos me gustan, son divertidos.