Haciendo trampa

Mañana toca publicar.

Lo pienso y me da la risa nerviosa. Jajajajaja ja. Al hacer cambios en el capitulo anterior, toda esta parte de la novela necesita trabajo intensivo. Y esta semana he tenido bastante trabajo del que me da dinero y un poco de vida social, además de que ha sido la Boda Roja y he tenido invitados.

Así que voy a hacer trampas.

Mañana publicaré en Dioses muertos. Pero no publicaré un capítulo, si no una especie de interludio donde explicaré el mito de creación del mundo en el que viven mis personajes.

¿Mito de creación, dices? ¿Y eso?

Los mitos de creación molan. Cuando yo tenía trece años me leí el Silmarillion. Ya había leído el Señor y el Hobbit y me habían gustado, pero el Silmarillion me flipó. Me alucinó. Me dejó hecha polvo durante semanas. Me pasé todo el instituto creando mundos a lápiz en hojas cuadriculadas dobladas en cuartos. ¿Por qué en cuartos? Imagino que porque así sería más fácil camuflarlas sobre la hoja de los apuntes y fingir que estaba atendiendo en clase cuando en realidad estaba viajando muy muy lejos. Inventé países, personajes, árboles genealógicos, mapas, guerras, ciudades. Algunos de esos nombres los sigo usando hoy en día.

De hecho estoy pensando que no sería mala idea añadir un interludio explicativo cada cinco capítulos. No sé. Tengo que decidirlo.

Así que eso es lo que hay. Mito de creación. Mañana.

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