Aún no he terminado ninguna porque soy así de inconstante y suelo abandonar cuando las cosas se ponen feas.
Pero este año me he puesto objetivos realistas: nada de «usar el NaNoWriMo para comenzar una novela». He escogido una historia más corta, una novelita que con 50.000 o como mucho 60.000 palabras pueda dejar lista y con unos retoques durante diciembre ya se pueda comenzar a mover por donde haga falta.
La verdad es que añoro los tiempos en los que no tenía más responsabilidades que ir a trabajar, porque me podía pasar las noches y los fines de semana del NaNo escribiendo hasta las tantas, sentada tantas horas frente al ordenador que me terminaba doliendo todo el cuerpo. Ahora tengo que racionar mucho más mi tiempo y usarlo de forma más inteligente, pero estoy dispuesta a conseguirlo.
¡Por cierto! Os recuerdo que el concurso de Dioses Muertos sigue en pie hasta finales de Noviembre.