Punto de inflexión

Tengo un dilema.

Por un lado me encanta ponerme fechas de entrega para la novela porque eso me obliga a cumplir cada semana y me hace escribir más de lo que había escrito en años (exceptuando los meses del NaNoWriMo)

Por otro lado creo que la novela se está comenzando a resentir de este tipo de publicación y la falta de feedback me frustra un poco.

Y si le añadimos que estoy teniendo una enorme cantidad de trabajo y que el niño cuando está despierto reclama completamente mi atención, no estoy teniendo demasiadas ocasiones ni ánimos para sacar tiempo para escribir. Me compré el Skyrim hace un mes y no lo he tocado, para que veáis que no es que esté perdiendo el tiempo de manera inútil.

Había pensado usar el NaNoWriMo para intentar terminar la novela. Es rebelarse completamente pero otros lo han hecho y les ha salido bien. Pero ahora creo que tengo fatiga del escritor y me apetece escribir algo nuevo.

Mañana toca publicar y el capítulo que debería salir a la luz no estaba en el primer borrador. No lo tengo escrito aún. Y no me va a dar tiempo porque tengo que entregar trabajos urgentes esta semana.

Mañana no habrá capítulo. Es la primera vez que fallo desde que me propuse publicar semanalmente.

Me siento fracasada y a la vez algo aliviada por haber tomado la decisión. No hay presión extra en mi día a día.

No sé si esto significa que voy a dejar completamente de lado Dioses muertos. Espero que no porque quiero terminarla, pero estoy un poco cansada. Creo que me irá bien hacer un parón. Y aún no he decidido lo del NaNoWriMo. Creo que planearé ambas opciones y decidiré en el último momento. Como siempre.

2 thoughts on “Punto de inflexión

  1. Señorita: aquí no se abandona.

    Tienes la mente llena de historias que quieren ser contadas, no puedes dejar a Heda sin su final. Ni a tus lectores, por pocos y silenciosos que sean.
    No escribes para ellos, ni para los editores. Escribes para ti. Escribes por lo mismo que estudiaste cine, por lo mismo que hiciste cortos o guiones. Porque necesitas crear. Hay algo espectralmente hermoso en el acto de la creación que trasciende los beneficios de la adulación, el dinero o la fama.

    CREAR.

    Sacar de la nada una historia, moldear personas, que no personajes, que cobran vida propia y son parte de ti y a la vez no lo son. Moldear emociones y plantear preguntas, contestarlas y a la postre, aprender sobre nosotros mismos.

    No es solo escribir. Es construir. Te construyes a ti misma cuando escribes.

    Así que no se abandona una novela si no se abandona la vida misma. No puedes y no lo vas a hacer.

    Solo estás dejándola para después.
    Porque a veces hay que dejar que los personajes descansen.
    Porque es mejor hacer un alto y recargar baterías que quemarte intentando forzar un final (hablo por experiencia).
    Porque te apetece un poco de relax, coño.

    Necesitas crear, pero solo si lo sientes. Toda creación forzada tiene un alto índice de cacafutismo. No digo que sea directamente mala, sino que las probabilidades de que hagas algo que no te gusta son grandes.

    En cuanto al Nano… yo lo considero una aventura Zen de explosión de creatividad.
    No me parece bien continuar algo que ya hayas empezado. No porque sean las normas, sino porque se pierde el espíritu.

    Date una pausa, haz el Nano con algo nuevo y luego descansa del Nano releyendo a Heda y terminando su historia. Ese es mi consejo.

    Y no te sientas fracasada. Fracasar es no intentarlo.

    Pd. Siento no haber leído más, pero ya sabes, viajes…

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