Herramientas para perder el tiempo

Como soy una máquina y he conseguido escribir el nuevo capítulo de Dioses muertos, que se publicará mañana, y corregir las contradicciones que había en los otros cuatro, me he permitido un pequeño capricho y le he buscado cara a los personajes de la novela.

Os presento a nuestra protagonista Heda:

Que es ni más ni menos que Tatiana Maslay. Igual os suena de Orphan Black. Me gusta porque es guapa sin ser un bellezón, tiene un aire misterioso y tal vez un poco torturado, como Heda. ¡Y fijáos! ¡Trenzas!

Y este es ni más ni menos que Jarren:

La imagen es de George Bladgen en su papel del monje Athelstan de Vikings. Me encaja por su inocencia y su carácter tranquilo.

Tengo algunos más, pero todavía no han salido en la historia, así que enseñarlos sería Spoiler. ¡Así que para otro día!

Por cierto, que la novela tiene casi cuatrocientas lecturas en Wattpad. Ya sé que no es casi nada, pero yo estoy muy contenta. ¡Muchas gracias a todos! Nos vemos mañana con un nuevo capítulo.

Una semana más os dejo con el nuevo capítulo de mi novela de fantasía por entregas, Dioses muertos.

En esta ocasión es el Capítulo 4. En él conoceremos un poco más a la familia de Heda… la mortal, al menos.

Este es el primer capítulo en el que he tenido que hacer una edición intensiva, tanto para reencarar la historia como para corregir errores de «raccord» que se me colaron la primera vez. Sí, del primer al cuarto capítulo hay errores de raccord. Esa es la belleza del Nanowrimo.

Y gracias a la valiosa opinión de un lector, he decidido cambiar un punto que ya no me convencía cuando lo escribí, tampoco me convencía cuando lo publiqué, pero no sabía encontrarle la solución. Y con una simple conversación he conseguido encontrar una solución mucho más interesante que me arregla problemas de creación de mundo y le da profundidad a la mitología. Así que en cuanto lo corrija, subiré la versión nueva del capítulo en cuestión y os avisaré.

Ah, y he cambiado la portada. Esta encaja mucho más con la historia. Si no sabes de qué estoy hablando, visita el índice de Dioses muertos.

Una de las preguntas qué más odio en entrevistas a escritores es «¿De dónde sacas las ideas?». Tal vez sea una manía estúpida, pero me parece algo tan evidente que no vale la pena responder. No hay un pozo mágico en el que te pones a pescar y sacas una idea para tu nueva novela. O sí lo hay. Se llama mente.

Pero hay que reconocer que en ocasiones, en vez de pasar horas y horas buceando entre las vivencias, influencias, gustos y posibilidades que hay en nuestro cerebro, es posible encontrar un atajo. O de alguna manera, tu cerebro hace todo el trabajo sin que tu te des cuenta. Mientras duermes, por ejemplo. Y de repente te despiertas y has tenido un sueño que TIENES QUE ESCRIBIR.

¿Notáis las mayúsculas? No están ahí por casualidad.

Es lo que me pasó a mí con Dioses muertos. El germen de la novela fue un sueño, una escena que es la que cierra el capítulo que vais a leer a continuación. A partir de ahí desarrollé la historia usando mis obsesiones, que ya iréis viendo que son bastante reconocibles.

Sin más dilación, aquí os dejo con el nuevo y flamante Capítulo 3 – El Ritual.

Y para los nuevos. ¡Hola! Si no sabéis de qué va esto, echaos un paseíto por el índice de Dioses muertos.

Otro miércoles más. ¿Ya ha pasado una semana? Pues aquí lo tenéis, el segundo capítulo de Dioses muertos.

Si os habéis perdido el primero, el índice está aquí.

Mi procastinadora interior se está retorciendo de rabia, así que lo considero un éxito.

No os olvidéis, los escritores somos criaturas vanidosas y nos encanta que nos digan cosas, así que no os de vergüenza y dejad vuestra opinión aquí mismo si os da pereza registraros en Wattpad.

Para aquellos lectores que siguen mi novela por entregas, Dioses muertos, aquí os dejo un fragmento del segundo capítulo, que publicaré mañana por la noche.

Los hijos que los Dioses engendraban en mujeres mortales eran adorados prácticamente al mismo nivel que sus divinos padres. Más fuertes y fabulosos que el resto de los mortales, a menudo se convertían en héroes de leyenda. Heda era, en muchos sentidos, una excepción. En ninguna otra ocasión desde que el Uno había creado la tierra y sus hijos los Dioses la pisaron, una mortal había dado a luz a una niña. Heda era la primera. También era la primera y única hija de un Dios que ya no existía.

Awer era conocido entre los sacerdotes como el Dios Muerto. Los mortales ni siquiera se atrevían a decir su nombre ni hablar de él, ya que temían la ira de los demás Dioses. Se decía que si los Dioses oían el nombre de Awer de la boca de un mortal, maldecían a aquel que había osado recordarles que habían matado a su hermano.

¿Os pica la curiosidad? Pues en  menos de 24 horas, una nueva entrega en vuestros ordenadores.

Por cierto, me dice mi hermano que ha encontrado un par de errores en el primer capítulo. Es porque lo estoy publicando con una revisión muy superficial, así que es normal que me deje cosas. No es tal vez lo más profesional, a lo mejor debería buscarme un/os correctores o betareaders, pero entonces no haría más que retrasar la publicación y no es eso lo que quiero. Por supuesto estoy abierta a que me enviéis los errores que encontréis para ir mejorando la edición.

Me ronda la cabeza también hacer un pequeño glosario de personajes, así que seguramente esta semana me ponga con ello.